martes, 22 de marzo de 2016

Guijarros

El mal es una pequeña piedra que alguien tira al agua, y entonces las ondas comienzan a sucederse en la superficie, estrechas al principio, después cada vez más amplias. Un día el mal explota en un aeropuerto, y las ondas continúan su camino, afectando a las vidas de personas que conocemos, y hasta las nuestras propias. El guijarro termina por quedar enterrado en el lodo, pero nuestro estupor no desaparece. Cada día, cientos de miles de millones de piedras son lanzadas al agua. ¿Aún no comprendes? Toma tu canto, mira bien tu mano, y lánzalo al agua. Todos estamos interconectados.

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