lunes, 30 de agosto de 2010

Vestido de toros by Chula

Estos días se ha presentado una asociación internacional que reúne a municipios donde los festejos taurinos populares son parte de la historia, de la tradición y de la cultura.

Por ahora componen la asociación ocho municipios:

Pamplona (Navarra)-- Fiesta de Interés Turístico Internacional
San Sebastián de los Reyes (Madrid)-- Fiesta de Interés Turístico Nacional
Cuéllar (Segovia)
Vall D" Uxo (Castellón)-- Fiesta de Interés Turístico Internacional
Beas del Segura (Jaén)
Saint Server (Francia)
Santarem (Portugal)
Moita (Portugal).

La alcaldesa de Pamplona señaló que el objetivo es "defender esta tradición e impulsar su promoción".

Por su parte, el alcalde de San Sebastián de los Reyes y presidente de la Asociación indicó que, desgraciadamente, esta asociación tiene que utilizar la palabra "defensa". "Cuando empezamos a pensar en ella, no pensamos en la palabra defensa sino en la promoción". (Fuente: Diario de Navarra)

Yo me quedo con la promoción frente a la defensa. Y como promoción, me parece original y atrevida la propuesta de la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina: llevó a la presentación de la asociación un vestido con un toro.

Ya había visto el vestido un día por casualidad en internet, pero hoy me he visto negra para volverlo a encontrar. Odio buscar los objetos perdidos porque podrían estar en cualquier parte, y más probablemente en ese milímetro cuadrado que se te ha pasado por alto. Pero me he encabezonado, y aquí tenéis el resultado:


Es una creación de Chula, en su colección "The World" (El mundo), donde se incluyen diferentes vestidos representativos de una variedad de países.

Y han elegido al toro como símbolo representativo de España.

Y a vosotras, ¿os gustaría tener un vestido como este?
Vosotr@s aficionados, ¿os gusta usar complementos de corte taurino de vez en cuando?

viernes, 20 de agosto de 2010

La Fiesta es


La Fiesta es 
naturaleza, ecología, medioambiente,
economía, fuente de riqueza, generadora de empleo,
cultura, tradición e historia

y forma parte de nuestras señas de identidad,
de nuestra trayectoria,
y de nuestra propia conformación
como sociedad.

José María Barreda, presidente de Castilla-La-Mancha (vía El Mundo)

miércoles, 18 de agosto de 2010

Comunicar los toros

En el periódico El Mundo todos los días nos desayunamos con los toros en portada. Esto desde luego no es casual, y para mí tiene un mérito enorme, pues equilibra la balanza y sobre todo cumple una labor informativa. Siempre nos quejábamos, y con razón, de que los toros no estaban en los medios de comunicación. Pero ahora esto ha cambiado, y mucho.

No se trata sólo de que asistamos todo el día a debates esencialmente banales en televisión, o que los periódicos aireen las protestas y lágrimas de los antitaurinos. Sucede ahora que más información sobre los toros, sobre sus valores y su significado, está disponible para aquellos que, sin estar a favor o en contra, nunca han estado muy enterados del tema.

El pasado lunes el cuadernillo de verano de El Mundo se abría con la llamativa foto de una actriz vestida de torero sobre un escenario, junto con el titular "Hemingway lleva la "Fiesta" hasta Escocia".

Una compañía de teatro americana ha llevado a escena la novela de Hemingway The Sun Also Rises, traducida en España como Fiesta. La obra de teatro es un tanto experimental, pues dura cuatro horas, al tratar de reproducir los diálogos originales. La misma compañía ya había representado El Gran Gatsby de Fitzgerald (que duraba seis horas) y El Ruido y la Furia de Faulkner.

En Edimburgo ha tenido lugar la presentación de la obra, y en otoño se representará en Nueva York. Es muy interesante analizar la diferente visión de los toros que se tiene en dos países anglohablantes como Reino Unido y Estados Unidos. En Reino Unido la opinión general es contraria a las corridas de toros (o a la tauromaquia, como acostumbran a decir ellos), entroncando con el origen de los movimientos a favor de los derechos de los animales, mientras que en Estados Unidos, como se recoge en el artículo de El Mundo, "los toros tienen un prestigio que no tienen en otros países del mundo. En parte por la influencia del Oeste y en parte por la influencia impagable de Hemingway".

Lo que evidencia la disparidad de opiniones a ambos lados del océano es que al fin y al cabo la visión sobre los toros no es más que el resultado de una determinada aproximación cultural. Me acuerdo ahora del rodeo al que fuimos en Kentucky. La hombría y orgullo de los protagonistas me recordaba a la determinación y valor de los toreros, y la pasión del público a la entrega de los aficionados taurinos. No creo que un inglés medio pudiera tampoco disfrutar de un rodeo, pues los valores o la actitud que encarna son opuestos a la flema y contención inglesas.

Dicho esto, también hay que reconocer que en cada país por supuesto hay diferencias individuales más allá de los patrones culturales generales, y que tanto en EEUU como en Inglaterra siempre me he encontrado con personas que han querido saber e informarse, y a las que les movía una gran curiosidad. Y siempre parece muy loable en todos los ámbitos el querer saber antes de formarse una opinión o emitir un juicio.

En España podría pensarse que todas las personas saben de toros, conocen esta realidad y por tanto la aprecian. Mis amigas chinas se sorprendieron de veras cuando les expliqué que no era así: que por supuesto hay gente en España que está en contra de los toros y, lo que puede ser más sorprendente, que hay mucha gente que no conoce la realidad de la tauromaquia.

Y ahora voy a lanzar yo una idea desde aquí, aunque sea como lanzar el chucho de melocotón que me acabo de comer y que apenas ha alcanzado a atravesar la verja del jardín (y ahora ahí yace estéril entre el polvo del camino). Pero pimba, cojo carrerilla y ahí va.

Decía al principio que ahora los toros están en los medios de comunicación, y que es bueno para al menos darnos a conocer. Luego ya que cada uno opine lo que quiera, faltaría más, pero que sea con conocimiento de causa. Creo que lo más difícil de explicar a una persona que no conoce nuestra afición es los sentimientos que el toreo produce y los valores que representa. Y quizá podríamos aprovechar la situación no sólo para estarnos defendiendo todo el rato (como decía Morante, y me encanta, ¿defendernos de qué?), sino para transmitir de forma positiva el significado de los toros.

Los de la Mesa del Toro no se cansan de explicar el éxito que tuvo una exposición que llevaron a Bruselas explicando el mundo de los toros. Bueno, pues me parece a mí que tan necesario o más que explicar los toros en Europa es hacerlo en nuestro propio país, donde la ignorancia se mezcla con el prejuicio y la manipulación.

Entonces mi idea es la siguiente: preparar una exposición de calidad (o sea, que no consista en cuatro pósters y carteles mal puestos) que fuera rodando por España de feria en feria, y que estuviera dirigida a informar y entretener no a los taurinos ni a los antitaurinos, sino a todos aquellos que simplemente desean tener una experiencia de conocimiento y belleza, como la que se busca al acercarse a cualquier exposición. Y como digo, la exposición iría de feria en feria, mostrando lo que pasa en el ruedo y alrededor de él a todos los que nunca se han acercado a una plaza.

¿Qué os gustaría a vosotros que supieran de los toros aquellos que sin estar ni a favor ni en contra tienen interés por conocer?



jueves, 5 de agosto de 2010

Los toros y El País

Estimada Señora:

Su artículo del pasado domingo 1 de agosto, "Los protaurinos ganan en cultura", tuvo el mérito de hacerme hervir la sangre, relajadita y al fresco como yo estaba disfrutando de mi lectura dominical. Ahí terminó mi lectura, temerosa de que tanto cinismo se extendiera a otras noticias del periódico sobre cuyo contenido yo fuera más ignorante, por lo que corría el riesgo de creerme a pies juntillas lo que ustedes tuvieran a bien contarme.

Ahora, un poco más calmada, me gustaría aprovechar la oportunidad que el periódico brinda para hacerle llegar mi opinión, con el fin de que entre todos podamos contribuir a hacer de El País el "medio sensato, sereno y equilibrado" que se jacta de ser.

Empieza su artículo citando que "De todos es sabido que EL PAÍS está a favor de la fiesta de los toros". Este planteamiento para abrir el artículo me ha dejado absolutamente tocada, pues desde el pueblo llano donde yo me encuentro la visión sobre la postura de su periódico respecto al tema toros es totalmente la opuesta. Me ha dejado bastante preocupada que desde la redacción se tenga una visión tan alejada de la realidad.

Y si cabía alguna duda sobre la opinión de la calle, basta mirar a la portada de ese mismo domingo para darse cuenta de cuál es la postura que adopta el periódico: en primera página se anuncia que "La mayoría de los españoles rechaza los toros", pero basta empezar a leer la información para darse cuenta de que en realidad se quiere decir que "Al 60% de los españoles no le gustan las corridas de toros".

Me parece que de un enunciado a otro hay una diferencia abismal: una cosa es que no te guste algo, y otra muy distinta que estés en contra. Esto me parece tan elemental, que no creo que a competentes periodistas se les pueda haber pasado por alto. De forma que no me queda más remedio que concluir que han sido muy conscientes al elegir el titular. ¿No se llama eso en lenguaje periodístico manipulación?

Argumenta usted también que "En el año y medio transcurrido desde que se inició la tramitación de la iniciativa popular no he recibido ninguna queja de lectores protaurinos y si, en cambio, de los defensores de los animales". Y bien, no entiendo que es lo que esto prueba. ¿Que los lectores "protaurinos" ( por usar su terminología) están muy contentos con la información taurina del diario? Podría decirle que sin duda los antitaurinos son más activos en sus planteamientos. Al fin y al cabo los aficionados a los toros se limitan a disfrutar de una actividad que hasta hace muy poco era legal en todo el territorio nacional.

En el grueso de su artículo, se enzarza en una batalla en la que los números parece que vienen a probar la ecuanimidad en el tratamiento del tema: tantos artículos a favor, tantos en contra. Si fuera por números, podrían utilizar los datos de la propia encuesta del periódico: el 57% de los encuestados se muestra en desacuerdo con la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.

Pero creo yo que la información no se mide cuantitativamente, sino cualitativamente: lo que importa es la profundidad, coherencia y entidad de las ideas. Me encantaría leer artículos que profundizaran en las razones antitaurinas, pues generalmente son un tanto repetitivos y dogmáticos. Por su parte, disfruto con las aportaciones de diferentes intelectuales profundizando en las razones de los taurinos: creo que son precisamente éstas las que se echan de menos en su periódico.

Pero es en la parte final de su artículo donde usted da la puntilla a toda posibilidad de creer que El País trata de mantenerse ecuánime: recoge usted una queja de un lector al que le ofende el uso de metáforas taurinas. ¿El siguiente paso va a ser censurar el lenguaje? El comentario de Emilio Fonseca me llena de estupor, y más que usted lo haya considerdado serio y oportuno al recogerlo en el artículo.

Esperando no haberla ofendido al utilizar la expresión "dar la puntilla", y esperando que no se apruebe próximamente una ley que con carácter retroactivo me criminalice por ello, reciba un cordial saludo,

Podéis recrearos con el artículo de la defensora en cuestión en http://www.elpais.com/articulo/opinion/protaurinos/ganan/Cultura/elpepiopi/20100801elpepiopi_5/Tes