martes, 5 de abril de 2016

Dice Esaú Fernandez, tras una tarde de decepción, que es un parásito para la sociedad. Y yo digo que ojalá aprendiéramos todos de su entrega, dedicación y esfuerzo. Lo que ofreces a la sociedad con tu ejemplo es muchísimo y absolutamente necesario.
¿Para qué, dices? Los éxitos rotundos y las alegrías acabaran llegando. Pero hoy tienes el éxito de cumplir con tu vocación, de regalarnos lo mejor de ti, y de servir de luz para todos los que buscamos nuestro camino. Lo único que no vale en esta vida es arrodillarse como el buey, y eso nos lo enseñan los toros a todos los que sabemos de ellos.
Gracias, Esaú, torero, hoy y siempre, por darnos la lección de cómo enfrentarse a la vida. Solo cabe la verdad, la entrega, la pasión. Vivir como el buey no es vivir. Gracias por ser el faro en esta sociedad de éxitos falsos, de indulgencia, de vida a medio gas.
Llevas la estrella del arte, del compromiso, de la entrega y de la pasión, y eso es lo que ilumina a la sociedad y la redime de tanto parásito real. También yo acabaré encontrando mi plaza, mi puerta grande, mi arena querida. Y os lo deberé a todos vosotros que me alumbráis y precedéis en el camino.
Somos taurinos, sabemos cómo NO se puede vivir.

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