¡Hola! Quería
hablaros del tentadero benéfico que se celebará en El Tiemblo el próximo sábado
22 de junio a favor de Lydia. Por azares del destino, estoy este año trabajando
en El Tiemblo, y he podido vivir de primera mano la ilusión y la generosidad
con la que todo el pueblo se está volcando para colaborar con el tratamiento de
la niña. ¡Da gusto ver a la gente tan unida contribuyendo con diferentes
iniciativas a una causa tan necesaria! Y además toda esa oleada de ilusión y
solidaridad… ¡es muy contagiosa!
Me enteré
casualmente de que se necesitaban vacas para un tentadero benéfico, y como
resulta que mi familia es ganadera, pensé que todo sucede por una razón y que
no podíamos dejar pasar esta oportunidad que el destino nos pone en bandeja
para unirnos a la ola de solidaridad y entusiasmo del pueblo. Así que es para
nosotros una alegría poder aportar nuestro granito de arena entre tanta
iniciativa imaginativa y voluntariosa.
Lo que me gustaría
explicaros, y por eso escribo, es en qué consiste un tentadero. Sé que El
Tiemblo es una tierra de muy buenos aficionados, que sin duda conocen y valoran
lo que se hace en esta actividad taurina. Pero me gustaría contar un poquito
para aquellos que pueden tener curiosidad o interés en esta iniciativa pero que
conocen un poco menos los detalles.
Un tentadero es una
de las actividades más importantes que se realizan en una ganadería. Es una
tienta o prueba donde se elige a las vacas que serán las madres de los futuros
toros de la ganadería. Puede decirse que es el laboratorio de pruebas del
ganadero, pues es en este momento cuando se seleccionan las características que
al ganadero le gustaría que pasaran a la futura camada de toros a través de sus
madres.
Las vacas pasan un
duro examen u oposición, donde tienen que mostrar, en primer lugar, su bravura
en el caballo. El toro bravo es un animal en cuya naturaleza está el acometer y
el embestir, por lo que las becerras han de demostrar que acuden al caballo con
fijeza, prontitud y entrega. Los toreros colocan a la vaca, con ayuda de sus
capotes, a cierta distancia del caballo para comprobar cómo el animal responde
a la llamada del picador. Durante esta parte normalmente es muy importante
guardar silencio: la vaca se juega mucho, y nada debe distraerla.
En la segunda parte,
el torero toma la muleta y torea a la becerra. A diferencia de una corrida de
toros, lo más importante no es el lucimiento del torero, sino torear de forma
que la vaca pueda mostrar sus cualidades. La candidata ideal a futura madre
debe seguir la muleta con nobleza y bravura, con clase y ritmo, con voluntad
alegre e incansable. En definitiva, debe demostrar que hace honor al espíritu
de lucha y superación que caracteriza al toro de lidia.
Durante todo el
proceso, el ganadero toma fielmente notas que le permiten evaluar los
resultados de su trabajo y tomar decisiones. Junto con la selección del
semental o padre, el acierto en la elección de las vacas madres determinará el
futuro de la ganadería. Como podéis ver, se trata de una faena campera de
importancia fundamental.
Normalmente las
tientas se desarrollan de forma ritual en la intimidad del campo, donde solo
unos pocos tienen acceso a los entresijos de las labores ganaderas. La
iniciativa de Pedro Cabrero de organizar un tentadero público en el que poder
asistir a una de las labores básicas y normalmente desconocidas de una
ganadería es una excelente idea para que todos los aficionados y curiosos
podamos contribuir a la lucha de Lydia contra el cáncer infantil.
Seguro que pasamos una estupenda tarde observando el comportamiento de nuestras vacas junto a las de Adelaida Rodriguez, así como disfrutando del quehacer de los diferentes toreros que se han ofrecido a torearlas. Gracias a Macareno (profesor de la escuela taurina de Navas del Marqués), a los hermanos Javier y Damián Castaño, a Alexis Sandín y a Pedro Cabrero.
Espero haber podido aclarar un poquito en qué
consistirá el tentadero benéfico a aquellos que decían no entenderlo del todo.
Creo que desde el conocimiento y el respeto es mucho más sencillo valorar la
importancia que tiene esta iniciativa, que se une a todas las demás que se
realizan para contribuir al tratamiento de Lydia. Animo desde aquí a que no
falten a la cita el sábado 22 todos los aficionados e interesados, y que
sigamos viendo a un pueblo unido en la ilusión y la generosidad por una causa
tan justa como la de Lydia.
Seguro que pasamos una estupenda tarde observando el comportamiento de nuestras vacas junto a las de Adelaida Rodriguez, así como disfrutando del quehacer de los diferentes toreros que se han ofrecido a torearlas. Gracias a Macareno (profesor de la escuela taurina de Navas del Marqués), a los hermanos Javier y Damián Castaño, a Alexis Sandín y a Pedro Cabrero.
Hola Lucía. Ya hace tiempo que no escribo, aunque eso no quiere decir que no te siga. Me parece una idea genial, tanto para el aficionado como para el que no lo es. Pero aún mas importante me parece el motivo del tentadero.
ResponderEliminarNo voy a poder estar, ya me gustaría, pero ojalá esto sirva para poder poner un pequeño granito de arena para Lydia. Si tienes oportunidad, dale un abrazo de parte de uno de Huelva.
El mundo del toro, como siempre, solidario para el que le hace falta. Chapó para los ganaderos. Enhorabuena Lucía.
Un abrazo.
qué bien oír de ti, Marín! yo también he estado un poco desconectada, pero está bien que iniciativas bonitas como esta la despierten a una. De sobra sé que si estuvieras por aquí cerca no fallarías! Pero lo importante es compartirlo, en la distancia también. Un beso
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