Llego a tiempo para ver las lágrimas de El Juli. Y a Castella sin inmutarse bajo la lluvia. Y luego saldrá Perera. Es en la repetición, y los toros tienen algo del aquí y el ahora, es necesario darlo todo en el momento adecuado, ni antes ni después, a la hora convenida.
Y a esa hora están siempre los toreros preparados. Nunca hay excusas, ni miedos, ni renuncias. Por eso son superhombres, los últimos héroes de la época posmoderna.
Y por eso son los toros el último reducto de lo aútentico.
Enciendo la tele, y torea El Juli como esculpiendo en frio granito, y sale una escultura clásica, perfecta y pura.
Es la repetición, y puede que los toros sean un arte del aquí y el ahora, pero las lágrimas de El Juli están presentes todavía, y son nuevas, congeladas para siempre en el instante eterno de lo auténtico.
Mata bien parece, pero tarda el toro en caer. Llora luego también el puntillero, que levanta al toro. Se prolonga la agonía del toro, es siempre difícil que la muerte venga a rematar la vida con dignidad. Da la vuelta al ruedo El Juli, y llora también una señora que veo entre el público.
Ha sido llegar a casa tras una semana en la que no hay tiempo casi para pensar, y la vida concentrada se me ofrece en una píldora mágica. Sí, aquí era donde estaba la esencia, donde ha seguido todo el tiempo.
Llora El Juli porque dice que ha sido dura la lucha, que le ha costado mucho llegar hasta aquí, que hasta el último momento nada estaba claro.
Lucha, sin saber el resultado, sin saber si alcanzará el éxito, si el triunfo existe. Es la misma batalla que han librado Castella y Perera, y el mérito es el mismo.
Sale a hombros solo El Juli, y sigue llorando. Lloraba el peón que levantó al toro, lágrimas toscas, y le abrazó El Juli con sus lágrimas de agua de colonia.
Ha sido por una Puerta del Príncipe, son las sensaciones de unos pocos minutos, y los sueños que no tienen fin.
Hoy tenía yo ganas de llorar. Pero ya no me va a hacer falta. En esas lágrimas de manantial antiguo llora el último sentimiento del siglo XXI.
Para que lo lea mi padre, que las vio conmigo
Con la de cosas Románticas, sin explicación, de sensaciones, de poner los pelos de punta...que tienen el Mundo del Toro y que algunas veces pase tan desapercibido todo...Esta es la Fiesta que tenemos que vender!Luego un futbolista hace no se que tonteria con un balón y da la noticia la vuelta al Mundo, y lo que pasa muchas veces en los toros que tiene más de "fenómeno paranormal" casi no se le da importancia...
ResponderEliminarUn saludo!
Claro, además el problema es q hay mucha gente q ni siquiera puede o quiera entender q esto es una cosa de arte, de valores y de sensaciones. Me parece muy bien por un lado, pq para gustos están los colores, pero por otro lado creo que como tú dices falta información y actualidad en los medios.
ResponderEliminaryo creo q lo único q podemos hacer es intentar transmitir lo q nosotros sentimos.